Para empezar a hablar de este barrio de Vitoria-Gasteiz, debemos fijarnos en el desarrollo industrial de la ciudad en los años 50. Mucha gente venía del sur de España a buscar trabajo, y para albergar a algunos de ellos se construyó Errekaleor: un barrio con 192 viviendas en las afueras de Vitoria-Gasteiz. Arraigado como obrero, el 3 de marzo de 1976, la policía española mató a tiros a un joven vecino, Romualdo Barroso, en una huelga general en Vitoria-Gasteiz, junto con otros cuatro trabajadores.

Con el paso de los años, y en pleno desarrollo urbanístico de la ciudad, algunos delegados decidieron demoler Errekaleor y convertirlo en un solar con dúplex. En 2002 comenzó el primer realojo de los vecinos, pero muchos no lo aceptaron y, al apelar, la burbuja de la construcción de viviendas estalló y, en consecuencia, se canceló el plan de nuevos dúplex. En la actualidad, hay algunos vecinos que aún no han abandonado el barrio.

Con el barrio medio vacío, en 2012, unos estudiantes de la Universidad de Vitoria-Gasteiz comenzaron a abordar el problema de la vivienda y a buscar alternativas. Tras un estudio y elaboración del barrio, el 3 de septiembre de 2013, ocupamos el portal número 26 de Errekaleor y pusimos en marcha la iniciativa "Errekaleor Bizirik".

Inicialmente éramos 10 estudiantes que veníamos a revitalizar el barrio. Hoy, sin embargo, el proyecto está formado por unas 120 personas y, más allá del plan estudiantil, el modelo de perfil es muy diverso. Centrado en la autogestión, junto con la declaración del propio desarrollo colectivo de todas las áreas de la vida, Aparte de eso, la reconstrucción de un barrio que ha sufrido un difícil proceso de gentrificación es la base para la realización de otros objetivos.

Un gran reto, por supuesto, pero se puede ver fácilmente que las condiciones del barrio empujan este enfoque si se conoce Errekaleor. Consta de 16 bloques de viviendas formados por dos portales, cada uno de los cuales tiene seis plantas en tres alturas. Además, hay muchos espacios comunes: un cine de 115 butacas, una iglesia católica (ahora gaztetxe), una iglesia evangélica (ahora local de ensayo musical), una casa social (que incluye escuela, biblioteca, taller de manualidades, sala de reuniones), un frontón cubierto de 12 metros, panadería, bar... Por si fuera poco, el barrio está rodeado de parcelas, lo que nos permite obtener nuestros propios alimentos.

En cuanto a los riesgos, y dado el proyecto basado en la ocupación, ha habido muchos ataques por parte del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz (que es propiedad de la empresa de urbanismo del ayuntamiento).

Actualmente, el proceso judicial contra la primera ocupación está bastante avanzado y el alcalde de Vitoria-Gasteiz ha dicho en repetidas ocasiones que quiere demoler el barrio. El principal argumento que esgrimen (o al menos el que más peso tiene) es la seguridad del barrio. En opinión del Ayuntamiento, la propia vida de los nuevos residentes puede correr peligro y las viviendas no garantizan unas condiciones de vida dignas. El pasado mes de noviembre, el alcalde ofreció un traslado a los habitantes de Errekaleor: dejar el barrio y trasladarse a otro barrio semivacío llamado Aretxabaleta, mediante una especie de alquiler social basado en la reparación de las viviendas. Los habitantes de Errekaleor descartaron esta opción y optaron firmemente por continuar en el barrio, porque de lo contrario el proyecto Errekaleor Bizirik supondría el fin.

Además de la asamblea general, que es el ámbito central de decisión del proyecto, estamos organizados en grupos de trabajo que trabajan en diferentes temas y líneas. Además de estos grupos de trabajo formados por los vecinos del barrio, en Errekaleor participan otras personas que no viven allí.

Cabe destacar que Errekaleor Bizirik no se creó como una isla aislada, sino que se creó y desarrolló mediante la colaboración constante con otros movimientos y actores.

Las puertas del barrio están abiertas a cualquiera que quiera venir a vivir en él, a cualquiera que quiera participar en las actividades que organizamos y, por supuesto, a cualquiera que tenga alguna idea nueva. Hemos seguido manteniendo vivo Errekaleor y seguiremos defendiendo el barrio por encima de todos los obstáculos.

Errekaleor, JO TA EMAN GOGOR!