Donnerstag, 16 September
Presentación de «Los penúltimos días de la humanidad». Con Ander Berrojalbiz, coautor del libro
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Parece que ahora si, una vez recuperada la salud, Ander Berrojalbiz estará con nosotras presentado «Los penúltimos días de la humanidad» el jueves 16 de septiembre a partir de las 8 de la tarde.
La desposesión avanza desaforada. En 2020, además de encerrar a toda la población en sus casas, restringir los movimientos a su antojo y barrer los restos de las libertades civiles que aún quedaban en pie, ha logrado situar toda disensión, a cualquiera que planteara una sola duda, en el terreno de la locura o, en el mejor de los casos, de la majadería.
Karl Kraus empezó a publicar en los momentos finales de lo que entonces se llamaba la Gran Guerra una obra titula «Los últimos días de la humanidad», que se abría con esta advertencia al lector:Este drama, cuya extensión equivaldría a más o menos diez veladas según la medición humana del tiempo, ha sido ideado para su puesta en escena en un teatro del planeta Marte. El público de este mundo no sería capaz de soportarlo. Pues es sangre de su sangre, y el contenido es el de todos estos años irreales, impensables, inasibles para una mente despierta, inaccesibles para la memoria y solo conservados en algún sueño sangriento, años en que personajes de la opereta interpretaron la tragedia de la humanidad.Kraus se equivocó por partida doble con el título de su libro, porque dos décadas después empezó una guerra mucho más brutal que aquella, pero la humanidad, ay, siguió viviendo. Como también seguía viviendo en 1918, el año de la aparición de la obra de Kraus, pese a una plaga, la gripe española, que mató como mínimo a más del doble de personas que la primera guerra mundial.
Así que bien podemos curarnos en salud (con perdón) y titular este libro «Los penúltimos días de la humanidad», pues estamos convencidos de que la humanidad siempre podrá caer más bajo, como no dejan de demostrar los acotencimientos ocurridos desde marzo de 2020 hasta el momento de poner punto final a esta diatriba nuestra (febrero de 2021). La llegada de la epidemia del nuevo coronavirus y su gestión por parte de los distintos gobiernos caracteriza este periodo tan irreal, impensable e inasible como el que describía Kraus, solo que por desgracia, el drama ha resultado ser perfectamente cabal para el público que asiste a esta tragedia.
Quizá sea necesario justificar cómo, no siendo virólogos ni epidemiólogos, podemos permitirnos opinar sobre SARS-CoV-2, covid-19, ffp2, kn95 o BNT162b2. Pues bien, no tenemos justificación. Sin embargo, quienes piensen que este propósito es disparatado estarán defendiendo una posición política tan nítida como la nuestra, y desde luego mucho más dogmática. Pero, como vivimos en Durango y Poitiers, es decir, lejos de los centros donde se toman las decisiones y se crea la opinión, pensamos que tenemos la legitimidad necesaria para expresar nuestro rechazo a la forma en que está tratándose la enfermedad causada por el virus, así como a la anuencia general que rodea esta gestión. Nuestra idea es sencilla: la gravedad de la epidemia, innegable, no basta para amparar el recorte de libertades por todas partes, y mucho menos aún el crimen que está cometiéndose contra los más jóvenes. Estamos convencidos, por lo demás, de que muchas personas compartirán gran parte de lo que diremos a continuación, aunque se trate de ideas que cuesta encontrar en la opinión publicada por culpa de un consenso viscoso que sirve para coartar todo tipo de debate. […]
[…] a cambio se encontro algo mejor: los dispositivos de colectivización de la culpa, como las mascarillas obligatorias en espacios abiertos o las prohibiciones aberrantes (como la de fumar en movimiento). Cantabria por ejemplo, impuso la mascarilla en el conjunto del territorio después de casi dos meses sin muertos por covid. [...]
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Os esperamos !!!